los Templos de Prambanan, maravillas hinduistas en la isla de Java (jose miguel/sele)
Java es poseedora de dos joyas
arquitectónicas sin igual, dos diamantes bien pulidos entre los volcanes y la
selva que invocan esa dualidad Budista-Hinduista con la que han estado marcados
sus Reinos a lo largo de la Historia, salvo este último periodo en que el Islam
es la religión con más adeptos entre sus ciudadanos. Borobudur es la estructura
budista de mayor tamaño en el mundo. Y el Conjunto de Prambanan es la más
importante construcción hinduista del país. Ambos, más ancianos que un milenio,
se encuentran en el centro de la isla, a una distancia relativamente cercana de
Yogyakarta. Y probablemente son los monumentos que más interés despiertan entre
los viajeros que acuden a Indonesia. Yo diría que con toda la razón del mundo.
nos
dedicaríamos por entero a los
templos de Prambanan y a otros muchos que les rodean. Y
disfrutaríamos de una deliciosa conjunción cuya simetría apunta al cielo entre
la vegetación, que guarda una Leyenda y mil secretos, muchos de los cuales se
los llevó la tierra enfurecida. Pero el estremecer de terremotos y volcanes no
lograron arrebatar su envidiable belleza, ni ese misterio sugerente
grabado a fuego en la piedra.
Estos templos, por si solos, son un motivo más que
loable para visitar la isla de Java. Sólo de esa forma se podrá agradecer a
Shiva, Brahma y Visnú que los salvaran de ser un mar disperso de polvo y
cenizas, de convertirse un cuento repleto de fantasía e irrealidad. Porque, por
fortuna para el mundo, Prambanan continúa en pie esperándonos.
Los templos de Prambanan,
corazón de uno de los Complejos Hinduístas más sobresalientes del mundo, se
presentaban ante nosotros como gotas de agua regresando al cielo de donde
cualquiera aseguraría su justa procedencia
El conjunto original
contaba con 237 templos (entre grandes y pequeños, la mayoría destruidos), una
estructura inmensa cuyo núcleo principal son los tres
edificios dedicados a la
denominada Trimurti, es decir, a
Brahma, Visnú y Shiva, las principales deidades de la mitología hindú.
Brahma como el creador del Universo, Visnú como conservador y regenerador, y
Shiva como el destructor. Es precisamente Shiva el objeto último del Complejo
de Prambanan puesto que su torre es la más grande, ubicándose además en el
mismo centro del conjunto y permaneciendo flanqueada a los lados por las
dedicadas a Brahma y Visnú. Delante suyo tienen otros tres templos menores
dedicados a los animales mitológicos que transportan a dichos Dioses (vahana):
Garuda para Shiva, El cisne sagrado para Brahma y el toro Nandi para Visnú.
Alrededor de los mismos, dispuestos en hilera, se encontraban los templos
pervara, pequeños santurarios que apenas han sobrevivido al paso de los años.